divendres, 28 d’octubre del 2011

¡Felipe presidente!


Hace ya 29 años, Felipe González fue elegido presidente del Gobierno de España, con más de diez millones de votos. Fue el primer presidente socialista de la Democracia. Implantó derechos sociales desembocando en el Estado del Bienestar.

Felipe González Márquez (Sevilla, 5 de marzo de 1942) fue secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 1974 a 1997 y tercer presidente del Gobierno desde la reinstauración de la democracia en España, desde 1982 a 1996.

Estuvo trece años y medio en la presidencia del Gobierno, uno de los mandatos más largos de la historia moderna —y de toda la democracia— en España. Bajo su dirección el PSOE logró dos mayorías absolutas consecutivas: la histórica de 1982, con 202 diputados en el Congreso, y en 1986, elecciones en las que obtuvo 184 diputados; asimismo, en 1989 obtuvo 175 diputados, exactamente la mitad de los que componen el hemiciclo.

Este fue su spot electoral. Sin duda, una proclama a la apertura de España hacia la modernidad, una apertura de puertas y ventanas hacia una España mejor, una apertura de miras hacia un horizonte mejor, hacia la consolidación de la Democracia y hacia una mayor calidad de vida para los españoles. Una palabra: "Adelante!" y un slogan: "Por el cambio".

3 comentaris:

  1. Buenas noches soy Satur ,Felipe es como dicen hoy en dia el puto amo del discurso ,yo particularmente soy Felipista creo que ha sido el pwrsonaje mas relevante de la democracia ,sus mitines eran geniales ,divertidos y directos ,solo me queda decir ,la simpatia y el llegar a contactar con la gente son virtudes ,forzar eso es contraproducente ,se ve forzado el cualquier politico ,se puede llegar pero no permanecer sin carisma

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  2. Satur, estoy totalmente de acuerdo contigo. Fue un líder natural que movilizó las masas sociales en busca del cambio. Cambio que en aquella época era fundamental.

    Creo firmemente que el carisma de un político que encabece un grupo de personas debe ser básicamente una condición innata. Y digo básicamente porque evidentemente el aprendizaje y la experiencia juegan un gran papel, pero la genética es un factor necesario para provocar el clamor de los ciudadanos.

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  3. El felipismo lo mamé en casa desde mi infancia. Mi padre, mi madre, mis abuelos, mis tíos.. todos eran felipistas, y cuando hablaba por la primera ( era la única en aquellos tiempos)se hacía el silencio respetuoso para escucharlo. Transmitía a la gente, creaba motivación, desplegaba confianza. Y a veces lo hacía con una simple sonrisa.
    Desde entonces, no he conocido nungun político con estas virtudes, ni tan siquiera a nivel internacional. Casi siempre, aquellos que estan tocados con la varita de la genialidad, no dedican su potencial al mundo de la política. Y en el fondo lo comprendo, tendría que justificar, burocratizar y renegociar constantemente sus creaciones, sus ideales, sus valores, en definitiva, su trabajo.

    Felipe hizo que una gran parte de mi generación y anteriores creyéramos en él porque nos involucraba en sus ideales, nos hacía partícipes, nos hacía sentir útiles.Creó la cultura política entre los ciudadanos, mayores y jóvenes. Hoy queda muy poca.
    La esperanza, no la pierdo,me niego.Son mis raíces como persona. Aprendamos a gestionarla.

    Bona nit

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