dimarts, 6 de desembre del 2011

Calafell, "duro de pelar" (y II)

En la anterior entrada, hablabamos de la capacidad de Calafell para afrontar los retos de la crisis en relación a los pueblos de sus mismas características, por número de habitantes. Ahora lo queremos hacer a nivel de comarca, pese a que hay 4 municipios que no han presentado los números del 2010 (Bonastre, Cunit, Masllorenç y El Montmell) al Ministerio de Economía y Hacienda. Recordemos que los datos de la tabla provienen de esa fuente.

El índice de rigidez de su gasto público (el cociente entre los gastos de personal y financieros, y el total del gasto corriente) es el que nos marca la capacidad de un Ayuntamiento para reducir sus gastos en caso de crisis. En el caso de Calafell, en el Baix Penedés, pese a la dificultad que representa comparar municipios de muy diversa población y estructura municipal, se situa en sexto lugar de los diez que presentaron sus cuentas a final de año. Por tanto, municipios como L'Arboç, Santa Oliva, El Vendrell, Llorenç y La Bisbal del Penedés lo tendrían más difícil que Calafell para hacer frente a una posible debacle en los ingresos municipales.

Se da el caso de que, Calafell, es el municipio de la comarca en que el gasto de personal del Ayuntamiento supone sólo el 35,26% del gasto corriente. Esa cifra es la quinta más baja de los diez municipios que dieron sus cifras al Ministerio. L'Arboç es el municipio con mayor porcentaje, en que el 49,14% de su gasto corriente se destina a pagar al personal, seguido de Santa Oliva, Llorenç del Penedés, El Vendrell y la Bisbal del Penedés.

El gasto financiero que suponen los intereses bancarios, en el caso de Calafell, es sólo del 2’93% del gasto corriente. En esta comparativa, Calafell, se sitúa en tercer lugar, tras El Vendrell y l'Arboç. Cabe decir que, al gasto financiero, habría que sumarle el capital amortizado para saber la carga financiera que soporta cada Ayuntamiento.

Por tanto, Calafell puede hacer frente a la difícil situación económica de una forma más consistente que la mayoría de los municipios de la comarca. Además, el bajo porcentaje del gasto destinado a personal, hace que el esfuerzo deba centrarse en replantear la calidad o la necesidad de mantener los servicios no obligatorios, y no en la reducción de personal, en caso de ser necesario para hacer frente a la crisis, tal y como indicabamos en la anterior entrada.
Eso también ocurría en el 2009, del que disponemos datos de todos los municipios, excepto Bonastre (que no los presentó aún). Calafell, con el 0'39 de índice de rigidez se situó en sexto lugar, empatado con Cunit, de 13 municipios de la comarca y sólo una décima por encima de la media. El mejor situado frente a la crisis es Sant Jaume dels Domenys, seguido de Bellvei, El Montmell y Banyeres del Penedès.

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