El jueves 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, jornada ya
institucionalizada y en muchos casos poco reivindicativa. En este sentido, seria
necesario repasar su historia para constatar que todavía hoy muchas de sus
demandas permanecen vigentes.
La historia
Fue un 28 de
febrero de 1909 cuando se celebró por primera vez en Estados Unidos el que se conoció como Día de las mujeres
socialistas, tras una declaración del Partido Socialista del gigante norteamericano. Un año y medio después, en agosto de
1910, la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, proclamó el Día Internacional
de la Mujer Trabajadora. La iniciativa fue propuesta por la socialista alemana Luise Zietz, con el apoyo de la comunista del mismo país, Clara Zetkin. La idea era plantear la jornada como una reivindicación por
los derechos de las mujeres.
Como consecuencia de la decisión adoptada en
Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora
se celebró por primera vez el 19 de marzo en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón
de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar
cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no
discriminación laboral.
España
En España se instauró el sufragio universal por primera vez en 1869, (superando el voto
censitario que solo permitía votar a los propietarios de bienes inmuebles o que
poseían una determinada renta), pero éste excluía a las mujeres. Tendría que esperarse hasta la proclamación
de la Republica en abril de 1931, en que la igualdad de sexos paso a ser una
realidad con la nueva constitución. Una realidad legal que sería efectiva en las elecciones de 1933.
Con la
dictadura franquista el papel de la mujer sufrio un retroceso, recuperando el
rol tradicional de madre, esposa… supeditada a una cultura patriarcal, en el
que el cabeza de familia fue el referente único de las instituciones y la
legalidad, producto de una sociedad obsoleta y machista.
Una situación lamentable que finalizaría con la llegada de la democracia. La aprobación de la Constitución del 78, en su capítulo segundo,
establece la igualdad de todos los
españoles ante la ley, con los mismos derechos y deberes.
La realidad actual
Tras más de un siglo, algunas reivindicaciones
se han conseguido superar, al menos en el mundo occidental, pero muchas continúan todavía
vigentes.
Desgraciadamente
la igualdad no es real, los sueldos de las mujeres son inferiores a los de los
hombres, en Cataluña en el 2009 la media del salario bruto anual fue de:
- Mujeres
20.467,14€ - Hombres 26.901,30€
Esta
diferencia se repite en niveles elevados de formación o responsabilidad.
En los
cargos de responsabilidad política, teniendo en cuenta la discriminación
positiva, que obliga a unas cuotas minimas, nos encontraríamos en la actualidad
con:
-
Alcaldesas 14,2%
-
Concejalas 32,2%
- Diputadas
en el “Parlament” 43%
- Diputadas
en el Congreso 35,4%
Pero si
queremos decantar los indicadores pasaríamos a la media de horas que se dedican
diariamente a las tareas del hogar y a la familia:
-Hombres 2,35 h
-Mujeres 4,14 h
Aunque
lo mas duro es una realidad cotidiana, próxima… que es el nivel de riesgo a la
pobreza, mucho más elevado en las mujeres:
2009 2010
Mujeres 20% 21,3%
Hombres 16,7% 18,5%
En el
caso de las mujeres aumenta con la edad o la viudedad.
Un caso
alarmante es el de los hogares con un solo adulto (generalmente una mujer) con
hijos dependientes a su cargo, en este caso el riesgo a la pobreza puede
superar el 46%. Hemos
avanzado, pero no lo suficiente, seguimos siendo las cuidadoras, las que
sacrifican su vida privada y profesional en beneficio del conjunto familiar.
Cena en Calafell
Como homenaje, la Agrupación de Calafell ha organizado para mañana viernes en Segur de Calafell una cena entre mujeres del municipio en conmemoración del evento.
Desde aquí quiero felicitar a mi madre, y a todas aquellas madres, que se frieron el pensamiento, se plancharon las ilusiones y se lavaron las aspiraciones, por ser " amas de casa". Por crecer en una sociedad donde no se le daban respuetas y sus peticiones eran tapadas a base de anuncios de " avecrem". Por ella, por cuidarme, por ayudarme por hacer de mi lo que soy ahora.
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